"A prueba de tormenta"
- Marco Cervantes
- 30 ene 2019
- 12 Min. de lectura
Autor. Marco A. R. Cervantes F.
Colaborador. Pastor Luis M. Palomarez J.

Comenzaré por escribir algo que seguramente ya sabes, "la #vida es el proceso más maravilloso creado por Dios, pero al mismo tiempo es el más complejo", no por nada sólo podemos disfrutar de ella "una sola vez".
Durante nuestro caminar, seremos testigos de diversas etapas en la vida, habrán algunas donde seremos increíblemente felices, estaremos llenos de gozo, paz, tranquilidad, etc. Dentro de dicha temporada, existirán situaciones que nos irán marcando, tales como experimentar un #noviazgo, salir con tus #amigos, sentir un abrazo de esos que no quieres que terminen y jamás olvidas, el día que terminas un ciclo en la #escuela, el día que te dicen que serás "papá" o "mamá", el día de tu bautismo, etc. Sin embargo, no podríamos apreciar todas estas experiencias tan maravillosas dadas por #Dios, si no tuviésemos con que compararlas; situaciones de desánimo, de tristeza, de apatía, como puede ser el día cuando te enteras que un ser amado tiene una #enfermedad seria, la culminación de un #divorcio, un #accidente grave, y la peor de todas, la #muerte de alguno de tus seres amados, entre otros; a todos estos, yo los llamo... días de "TORMENTA".
Nada ni nadie en esta tierra, puede prepararnos (totalmente) para enfrentar el día de la #tormenta, ya que estas vivencias, cuando llegan hacen que experimentemos sentimientos y pensamientos negativos, que, aunque tal vez hubiésemos pensado que conocíamos, realmente no habíamos terminado por conocerlos del todo, al menos hasta que los vivimos, ej. (Muerte de un ser querido; podemos imaginar como sería la vida sin esa persona, pero nunca del todo, hasta que un día muere y es entonces que experimentamos sentimientos y emociones que en nuestro mejor escenario mental nunca pudimos). Aunque podamos prever, y prepararnos con antelación, resulta difícil estar listo para enfrentar la tormenta, sin embargo no es imposible.
Si le preguntases a cualquier #marinero de alta mar sin mucha experiencia (si algún día tienes la oportunidad), ¿cómo se preparan si los llega a sorprender una tormenta en alta mar?, su respuesta te sorprendería, "NO LO HACEMOS", y podría uno responderle igualmente con otra pregunta ¿por qué no?, y aquí viene el primer punto que debemos de comenzar a reflexionar; no podrás prevenir todas las tormentas...
"No lo hacemos porque no hay forma ni de prever lo fuerte de la tormenta, ni tampoco el comportamiento de la barca frente a esta; simplemente guardamos la(s) vela(s), los remos y amarramos todo en cubierta, luego nos resguardamos y esperamos a que pase la tormenta y todo salga "bien"."
Nosotros, por supuesto que podemos llevar acabo acciones para ser precavidos, como mirar el sistema meteorológico antes de zarpar, no irse tan #mar adentro, vigilar el cielo, entre otras, sin embargo no existe algo "infalible" para que a un marinero no lo tome de vez en vez una tormenta desprevenido.
De acuerdo a la #experiencia en alta mar, dividiremos a los marineros en dos grupos; al primer grupo lo llamaremos "marineros inexpertos"; estos son aquellos que valga la redundancia, sin contar con mucha experiencia, se adentran en alta mar, y son sorprendidos a menudo por las tormentas, en este grupo entran todas esas personas que siempre son sorprendidas por los eventos negativos de la vida, y tu los puedes identificar fácilmente en tu entorno; siempre se están quejando, nunca tienen soluciones sino excusas, sus problemas son causados por los demás y nunca por su propia mano o negligencia, no se mueven de su zona de confort por miedo a la tormenta (seguramente casi se ahogaron en alguna tormenta previa), y normalmente hasta que están en una situación grave es cuando buscan el favor de Dios, pero muchas veces, su barca ya esta hundida y están por ahogarse.
Afortunadamente para ti y para mi, existe otro tipo de marineros, los "marineros a prueba de tormenta"; estos son los que tienen el suficiente discernimiento para saber cuando "NO ZARPAR" del puerto, y por lo tanto es raro que las tormentas los sorprendan en alta mar, (no son infalibles). Este tipo de marinero, es aquel a quien le basta, sentir la intensidad del viento, la dirección, la temperatura y ver el cielo para saber si se avecina una tormenta, por tanto, si le es necesario zarpar, se prepara con antelación, se capacita, esta vigilante a los cambios en las aguas y sabe como actuar ante "la peor de las tormentas". Este tipo de personas son las que ves en capacitación constante y crecimiento en el modelo biopsicosocial, pero existe algo interesante, la gente que normalmente está mejor preparada para la tormenta es aquella que se aferra al poder de Dios, y que confía en Él, aún en la peor tempestad, y no es que diga que "los verdaderos discípulos de Jesús" sabemos tomar mejores desiciones que el resto de la gente por "nuestro conocimiento", o porque somos "superiores", ¡para nada lo somos!, esto se da, simplemente "por gracia"; al estar sumidos en las aguas de la peor tormenta, reconocemos que no podremos hacerle frente solos; es entonces cuando Jesús despierta en nuestra barca, se levanta, viene y calma la tormenta para mostrarnos su poder; por esto, lo reconocemos como nuestro salvador, lo servimos y amamos.
Hasta este punto, se honesto contigo mismo/a y pregúntate, ¿Con cual marinero me estoy identificando?
La vida como sabes, es algo similar, tu eres el pescador en tu barca, y estas ya en aguas profundas y lejos de la costa, es imposible predecir que nos va a suceder en las aguas de la vida en los próximos minutos, horas, días o semanas, y de vez en cuando, llegará una tormenta de forma tan súbita, que te será imposible tocar puerto a tiempo, y tendrás que hacerle frente en aguas abiertas, seas un marinero experimentado o no, pero como bien te comenté anteriormente, en el momento que sobrevenga la tempestad, ¿habrás subido a Jesús arriba de tu barca para ayudarte? o una vez más, intentarás afrontar la tormenta solo/a.
"Cada tormenta traerá sus propias dificultades, ninguna tormenta se parece, por tanto, mantente vigilante y prepárate hasta donde te sea posible".
Actualmente, el hombre más poderoso del mundo es el presidente de los Estados Unidos Americanos, "Donald #Trump", y, uno de los hombres más millonarios del mundo y de la historia de la humanidad es el empresario "Bill #Gates", ¿por qué los menciono?, bueno, ambos con todo su poder bélico - diplomático y por otro lado económico, NO pueden tener control sobre su próximo aliento más que tu o que yo; esto es importante que lo comencemos a aterrizar, ya que la tormenta le llega a todos, y tu no estas exento, la pregunta es simple ¿cuando?.
Lamento reiterarte, que aunque seas la persona más precavida del mundo, no tienes poder alguno para controlar lo que Dios tiene planeado con la vida de las demás personas, ni siquiera los más cercanos a ti, es más, ni siquiera con tu propia vida. Pero existe una esperanza, y esta está en la #Biblia, la palabra de Dios.
"Que no se turben vuestros corazones. Creer en Dios; cree también en mí." Juan 14: 1
Los días de tormenta, vienen a quitarnos nuestro cielo abierto y nuestro sol, y a veces, estas situaciones las tendremos que manejar con ternura (palabras de aliento, paciencia y #amor) y otras veces con dureza (palabras de motivación, valor y coraje). Pero de cualquier manera, la tormenta no debe ser tolerada ni amurallada. Debe ser combatida. Si nos quedamos (solos) en medio del mar con las olas abatiendo nuestra barca constantemente, el resultado puede ser costoso. Poco a poco comenzará a sembrarse en nuestro corazón un sentido de derrota y desesperanza, que nos irá agotando de energía y de la visión que Dios tiene para nosotros. Como bien sabes, dado que Dios existe, también existe Satanás, el llamado "dios de este siglo", y lo que el quiere es exactamente que desampares tus sueños, que no salgas con vida de esta tormenta, que no te creas capaz, y desafortunadamente, "SOLO" no serás capaz de salir de la tormenta, pero a Dios nada lo toma por sorpresa, y te ha dado un salvador, a través del cual obtienes la fuerza necesaria para que tu barca no se hunda; el problema reside en que el ser humano es tan orgulloso que normalmente no pide ayuda a Dios, hasta que (en la mayoría de las veces) ya es muy tarde, o ya sufrió mucho más de lo que "tenía que".
Tratar de remar solo en medio de estas olas, además de la oscuridad, los relámpagos con sus respectivos truenos, la lluvia, la desorientación y la sensación de soledad puede consumir mucho tiempo y energía; esto evitará que hagamos lo que tenemos que hacer porque terminamos no queriendo enfrentar a la tormenta, y como decía el marinero inexperto "esperamos que pase y todo salga bien". Lo peor del caso es que, en ocasiones, contagiamos a nuestro entorno, debilitando la fe de los demás.
Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen? Mateo 8:25-27

Un ejemplo claro de como las tormentas pueden hacernos dudar, lo podemos encontrar en el Evangelio según Mateo, cuando se narra como Jesús calmó una tormenta. Los discípulos para este momento ya llevaban tiempo caminado con Jesús, ya lo habían escuchado en sus enseñanzas, acerca de "confiar en Dios y tener fe"; ya lo habían visto hacer milagros, y, sin embargo, llegada la tormenta, comenzaron a temer hasta por su propia vida; fue cuando Jesús se levantó de su sueño, y momentos antes de reprender la tormenta (sin mayor esfuerzo que un par de palabras), reprendió a sus discípulos diciéndoles "¿Por qué teméis, hombres de poca fe?".
Al leer estas palabras, me quedé impactado; este es el segundo punto que vamos a reflexionar ¿Por qué dudas, hombre de poca fe?
Es hasta cierto punto normal que cuando nos sentimos desanimados, queremos consuelo, lo que es correcto sentir. Pero normalmente recurrimos a todo, excepto a Dios, y a Él lo dejamos como la última opción. Desafortunadamente todas las formas fuera de Dios, nos guiarán de cierta forma sólo a (nuevamente recordando al marinero) esperar que todo salga bien, despojándonos de toda confianza en nosotros (y por supuesto en lo que Dios puede hacer) y entregándosela a nuestras circunstancias; esto, en lugar de darnos herramientas y formas de reunir nuestro coraje para enfrentar y superar la tormenta. (1 Samuel 17).

Cuando nos dejamos perder en la tormenta, y nos ahogamos junto a nuestra embarcación (sin Jesús abordo), caemos en propia indulgencia pecaminosa (toleramos nuestro pecado), y es importante remarcar esto, ya que debemos recordar que Cristo ya fue y tomó todo el pecado de la humanidad una vez y para siempre, por lo tanto no importa que tan grande sea tu tormenta, no puedes darte el lujo de quitarle valor al sacrifício de Jesús en la cruz, ya que gracias a él, tú, incluso antes de subirte a la barca ya eras más que vencedor.
Ahora, te daré algo de contexto acerca del lugar donde se desenvolvió este increíble relato; el lago de Galilea, esta rodeado al norte, por altas montañas que facilitan la formación de aparatosas tormentas con vientos huracanados y olas de gran altura. Muchas de esas tormentas se presenten sorpresivamente. A pesar que su agua es dulce, este lago recibe el nombre de mar, a causa de su considerable extensión en relación con el país. De una embocadura a la otra desembocadura, el mar de Galilea excede los 20 Km.

El hecho de que Jesús se halla dormido, era necesario para mostrar a los incipientes discípulos, la magnitud y realidad del carácter de Cristo; porque en momentos de angustia y desesperación como en medio de un terremoto, incendio o hundimiento en el mar, NADIE puede fingir paz, uno muestra lo que verdaderamente es y siente; y Jesús mostró la paz que solo el Hijo de Dios puede tener, esa paz que sobrepasa todo entendimiento. ¿Cómo pudo Jesús dormir durante la tempestad?. Hubiera sido muy difícil dormir con tanto ruido (el viento, las olas, los gritos de los discípulos) y por estar mojándose tanto. Es muy razonable creer que Él durmió profundamente por estar tan cansado, debido a sus intensas actividades, pero hay otra explicación que se puede mencionar. Durmió en medio de la tormenta porque tenía perfecta paz en su corazón.
"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." Filipenses 4:7
NO DUDES... en medio de la tormenta NO DUDES; aquí Cristo nos dio el ejemplo perfecto de este tipo de paz, no sólo como teoría, sino como vivencia
Y como bien dijimos, satanás ha venido para robar, matar y destruir, y seguramente esta tormenta fue de origen satánico, puesto que algunos de los discípulos eran expertos pescadores, y hombres acostumbrados al mar, sin embargo se aterrorizaron ante semejante tempestad. Tal vez, si fue un ataque del enemigo para destruir a #Cristo, sabemos que el propósito de pasar al otro lado como lo describe Marcos 4:35-41, “aquel día, pues cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado”, era llegar a la región de las Diez Ciudades llamada Decápolis ubicada al sudeste del Mar de Galilea. Al entrar el Señor Jesús a esta región expandiría su ministerio (el Evangelio) al pueblo gentil.
¿Quiénes son el pueblo gentil? Todos aquellos que NO eran #judíos; en otras palabras tu y yo en la actualidad, por eso era de gran importancia pasar al otro lado. Aleluya, gracias #Jesús.

En medio de la angustia de los discípulos, (tu y yo), Jesús les dice "no teman", y eso te dice a ti hoy que lees esto, no temas. Al continuar leyendo, sólo un par de palabras bastaron para que el mar y el viento se tranquilizaran, y de cierto te digo que esto en el área aplicada de la vida, es exactamente igual; basta sólo una palabra de Jesús para que incluso el mayor de tus dolores, sea disipado, y transformado por cielo azul y sol, sin embargo esto viene de la mano con el "nivel" de fe que tengas.
Cuando Jesús se levantó y reprendió a la tormenta, al hablar con sus discípulos, no les dice hombres sin fe, sino hombres de poca fe. Hay muchos que tienen #fe verdadera, pero es pequeña y les sirve para poco en las tormentas de la vida; que tu fe, sea como un escudo que te ayude a bloquear todo dardo de engaño que el enemigo lance en tu contra, ponte la armadura de Dios. (Efesios 6:10-17)
A veces, las grandes tormentas de dudas y temores acaban en una calma maravillosa, se produce la paz en el corazón afligido, esto nos lleva al tercer punto a reflexionar, y este es que debes aprender a reconocer que solo en Cristo hallarás esperanza. Por lo regular, cuando ha pasado lo peor de una tormenta, todavía queda mucho oleaje hasta que el mar se sosiega por completo; pero, a la voz de Cristo, no solo cesa la tormenta, sino todo la resaca que queda de ella desaparece.
Las peores tormentas en tu vida, con todo y su sus vientos huracanados, su #lluvia torrencial incesante y tu barca ‘semi hundida’, serán convertidas en “grande bonanza”, por la presencia del Señor en tu vida, en tu barca.
Jesús no quiere que nos desanimemos. De hecho, nos manda a no ser. Usando otro ejemplo, escuche lo que Jesús les dice a sus discípulos antes de lo que probablemente fue la experiencia más desalentadora de sus vidas: su muerte brutal: "No se turben sus corazones" (Juan 14: 1).
Jesús sabia muy bien que las experiencias con los milagros de bendición y abundancia que el hacia, son mas fácilmente olvidadas; pero las vivencias milagrosas donde la vida esta en peligro, "esas experiencias NUNCA SE OLVIDAN".
El sentir temor es necesario, es el instinto de supervivencia con que Dios nos creo, es para nuestra propia protección; pero el temor excesivo indica poca fe en Dios, y aún cobardía.
La palabra original griega que se tradujo como ‘miedo’, es DEILOS ( δειλός ), que significa “cobarde ó amedrentado”
Los hombres pueden hacer grandes cosas, algunos pueden efectuar grandes cambios, pero ¿quién ha controlado algún huracán o tornado?, ¿qué hombre, por mas famoso y poderoso que haya sido, ha podido controlar los elementos de la naturaleza?.
"Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios." Mateo 14:33
Estas experiencias lograron el propósito que Jesús buscaba, que era el de fortalecer la fe de los discípulos. Jesús, HOY está con nosotros, contigo que lees y conmigo mientras escribo, porque Él lo prometió y Él lo cumple.
"Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." Mateo 28:20
Jesús sigue estando con nosotros mediante los milagros y maravillas que hace en nuestras vidas, Él está con nosotros con Su Palabra, escrita por aquellos mismo hombres en la barca, pero también está con nosotros durante todas las tormentas de nuestra vida; durante las enfermedades y otras aflicciones, persecución y tribulación, problemas, dificultades, en fin, siempre que seamos sacudidos y azotados por las tormentas y huracanes que amenazan hundir la barca de nuestra vida.
“¡Señor, sálvanos, que perecemos!...”
... Nunca le exijamos esto al Maestro de Galilea, porque Jesús "YA" demostró su cuidado por nosotros cuando fue al Calvario, y al haber vivido como hombre pero sin haber pecado, ya conoce toda aflicción por la cual puedas pasar, y con una palabra suya, bastará para transformar tu vida.
Si alguien nos puede entender en CUALQUIER circunstancia de la vida, es nuestro amado Jesús, pues el padeció y sufrió mas de lo que podamos nosotros sufrir; además, no olvidemos que Él es TODO PODEROSO para ayudarnos.
La tormenta nos llegará a todos tarde o temprano, pero ahora ya sabes que con Jesús en tu barca, no habrá tempestad que te detenga, ninguna ola, ni viento, ni trueno, podrá contra ti, tu tienes su palabra, tienes la armadura de Dios que te protege, tienes a Jesús contigo.

El Señor es mi pastor, nada te faltará... aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo (Salmo 23). Mi exhortación final para ti es la siguiente; confía en el, levántate, toma tu cruz y síguelo... vuélvete un hombre de Cristo, una mujer de Cristo, vuélvete...
... ¡A PRUEBA DE TORMENTA!.
Comments